Yo te he invocado, por cuanto tú me oirás, oh Dios;
Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Muestra tus maravillosas misericordias,
tú que salvas a los que se refugian a tu diestra,
De los que se levantan contra ellos.
Guárdame como a la niña de tus ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas.
Salmo 17:6-8.
No hay comentarios:
Publicar un comentario